Si existía alguna duda de que somos energía, solo habría que echar un vistazo a un electroencefalograma. Allí nos daremos cuenta de los impulsos eléctricos que intercambian nuestras células cerebrales para comunicarse.
Los investigadores han especulado que un cerebro en pleno funcionamiento puede generar hasta 10 vatios de energía eléctrica.
En este artículo, conoceremos cómo nuestro cerebro y sus impulsos eléctricos, conocidos como ondas cerebrales pueden influir en nuestras condiciones mentales, nuestro estado físico y la disposición para afrontar el día a día.
También hablaremos de una técnica con las que puedes generar ondas cerebrales favorables para la actividad que quieras desempeñar.
5 tipos de ondas cerebrales
La actividad eléctrica cerebral tiene patrones o frecuencias por segundo. Se les denomina ondas cerebrales y se relacionan con determinadas funciones mentales .
Las ondas cerebrales más frecuentes suelen clasificarse en 5 tipos. Aunque alguna onda cerebral pueda predominar en un momento dado, los estados restantes están presentes en todo momento.Conozcamos uno por uno:
Ondas Delta (1 a 3 Hz)
Tienen mayor amplitud de onda al ser las de frecuencia más baja. Suelen generarse cuando dormimos profundamente, pero es un estado completamente inconsciente.
Con estas ondas, el organismo está en autocuración, pues tiene efectos específicos en la amígdala, el hipotálamo y el sistema límbico.
Este último se encarga de la generación de emociones y el control de las funciones involuntarias (frecuencias cardíaca digestión, sudoración, entre otras).
Las frecuencias delta pueden ser muy eficaces para reducir migrañas, fibromialgia, dolor crónico y regular la presión arterial.
Ondas Theta (3,5 a 7,5 Hz)
Se trata de las ondas asociadas a un estado de calma profunda, en el que sí hay consciencia, aunque centrada en experiencias imaginarias.
Es la fase de los recuerdos, las fantasías y el sueño REM.
Las ondas Theta se presentan también durante la meditación profunda, la inspiración creativa y en estados hipnóticos. Por esta razón, se considera muy útil en la programación mental.
En este estado, se desarrolla la memoria plástica y la capacidad de aprendizaje. Permiten recuperar nuestra memoria a largo plazo, emociones reprimidas o represivas y mejorar nuestra conexión espiritual.
Ondas Alfa (8 a 13 Hz)
Son las ondas en la que estamos despiertos, pero profundamente relajados y sin procesar información. Es el estado mental que tenemos en la mañana temprano o al soñar despierto. Las ondas Alfa nos ayudan a enlazar la mente consciente con el inconsciente o subconsciente.
Estas ondas aumentan la intensidad de las técnicas de visualización y también hace que la mente sea más receptiva a las sugestiones.
Sus efectos característicos son: relajación agradable, pensamientos tranquilos y despreocupados, optimismo y un sentimiento de integración de cuerpo y mente.
Ayudan a disminuir la ansiedad y por ende fortalecen el sistema inmune.
Ondas Beta (12 a 33 Hz)
Es el estado mental de la mayoría de las personas durante el día. Pues nuestros sentidos están volcados hacia el exterior y en estado de alerta.
Tienen un impacto en la inteligencia, la atención focalizada, el estado de ánimo y la estabilidad emocional.
Cada vez que analizamos, hacemos cálculos o nos enfocamos estamos generando ondas betas bajas.
Cuando son muy altas, se relacionan con un estado de alerta máximo, pues se presentan en momentos de estrés excesivo, enojo, sorpresa, inquietud, ansiedad.
También se asocia con el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y adicciones.
Ondas Gamma (40 a 100 Hz)
Son las de mayor frecuencia y menor amplitud.
Suelen relacionarse a la aparición de la consciencia, el alto procesamiento cognitivo, la ampliación del foco atencional y la gestión de la memoria. Se originan en el tálamo y se mueven desde la parte posterior del cerebro hacia adelante a una velocidad increíble: ¡unas 40 veces por segundo!
Son las ondas que generamos cuando resolvemos problemas lógicos o matemáticos.
Pueden ayudar al aprendizaje y a la claridad mental. De hecho, se consideran útiles en desórdenes de aprendizaje y deficiencias de memoria.
Resulta muy difícil captarla en los electroencefalogramas, pero los problemas de aprendizaje suelen vincularse a una actividad de ondas gamma menor a la media.
Meditación con sonidos binaurales
Las ondas cerebrales van cambiando naturalmente a lo largo del día, e influyen en nuestra disposición a realizar ciertas actividades.
¿Es posible modificarlas a voluntad y adaptarlas a lo que nos proponemos en un momento específico?
Sí.
Se ha evidenciado que la meditación puede ayudarnos a alcanzar ondas Theta, que son aquellas ideales para la inspiración creativa y muy útiles para la programación mental con el uso de afirmaciones.
Ahora, combinando una técnica tan poderosa como la meditación, con los llamados binaural beats o sonidos binaurales. podríamos inducir la producción de ciertas ondas cerebrales y cambiar nuestro estado de ánimo según la actividad a realizar.
Los sonidos binaurales consisten en la combinación de dos pulsos emitidos en frecuencias diferentes que deben estar por debajo de 1kHz.
Los tonos se perciben como si estuviesen mezclados de forma natural. El efecto sobre las ondas cerebrales depende de la diferencia en las frecuencias de cada tono que la persona escuche por cada oído.
Estos latidos combinados con música, generan un efecto relajante, pueden reducir el estrés, contrarrestar el dolor y mejorar la memoria. Suelen usarse con frecuencia al momento de estudiar o cuando se requiere de máxima concentración.
Los sonidos binaurales son bastante seguros de usar, aunque hay ciertas condiciones en las que no deben usarse. No son recomendables si una persona sufre de convulsiones, tiene marcapasos, presenta problemas cardíacos o está embarazada.
Alcanzar el máximo rendimiento
Es bastante reciente el descubrimiento de las ondas Gamma y, si bien aún queda mucho por estudiar en ellas, se ha generado la tendencia de estimularlas cuando requerimos máximo rendimiento a través de latidos binaurales.
Las ondas Gamma están relacionadas con la sensación de felicidad y plenitud e incluso se ha registrado en el cerebro de monjes budistas, especialmente porque reflejan una concentración máxima y altos niveles de funcionamiento cognitivo.
Pero, además, los atletas más destacados, los músicos de primer nivel y personas con alto coeficiente intelectual suelen producir muchas más ondas Gamma que el promedio.
Este tipo de frecuencia, permite obtener una experiencia sensorial más ri, mejor autocontrol, máximo rendimiento físico y un procesamiento mental superior.
Además, se vincula a la recuperación de la memoria, pues la capacidad de recordar es excepcionalmente vívida y rápida con este tipo de ondas.
Sentarse en un lugar relajado y escuchar 15 minutos de latidos binaurales será suficiente para sentir el efecto. Procura usar audífonos tipo estéreo.
También, puedes ponerlos de música de fondo mientras lees, trabajas o estudias, pero nunca, nunca, los escuches cuando estés manejando o requieras una reacción rápida de tus reflejos.
Ahora que conoces las diferentes ondas cerebrales y cómo producirlas, te invito a realizar tu próxima meditación con sonidos binaurales. ¿Notas alguna diferencia en tu disposición a trabajar o estudiar?