Ego espiritual: qué es y cómo mantenerlo bajo control

El ego a veces puede enmascarar tu verdadero progreso espiritual. Aprende a desvelar tu yo genuino comprendiendo y trascendiendo el ego espiritual.

La espiritualidad suele evocar imágenes de calma, destreza emocional y tranquilidad tipo Zen. Lo que a menudo no evoca es la asociación con el ego.

Aunque cueste creerlo, puede suceder: el ego espiritual es una realidad. Y lo que está destinado a fomentar la conciencia y la iluminación de repente se nubla con la comparación y el autoenriquecimiento.

«Somos humanos«, dice Mahatria Ra, un conocido líder espiritual y entrenador del programa «Un viaje al Infinitismo» de Mindvalley. «Tenemos un ego frágil«.

Es una especie de paradoja en la que nuestro viaje, que debería tratarse de humildad y conexión, sutilmente se convierte en una afirmación de nuestra superioridad espiritual o singularidad. Y solo cuando aprendemos a trascender el ego puede ocurrir un verdadero crecimiento.

¿Qué es el ego espiritual?

El ego, en su definición espiritual, es cuando nuestro viaje para mejorar accidentalmente nos hace sentir superiores a los demás. Tuerce nuestras prácticas espirituales en una fuente de orgullo y nos separa en lugar de unirnos con otros en un camino similar.

El ego es un mendigo perpetuo. Siempre te está forzando a demostrar algo al mundo.

@mahatria

Con solo un 33% de personas describiéndose a sí mismos como espirituales, existe una clara división. Esta brecha puede crear accidentalmente un espacio donde crece el ego espiritual. 

Y en este espacio, el camino hacia la iluminación a veces puede convertirse en una plataforma para juzgar en silencio a otros en lugar de ser una forma de conectarse y crecer espiritualmente con ellos.

Ego espiritual vs. Ego

El ego, independientemente de su apariencia o intención, sigue siendo ego. Sin embargo, mientras que el ego típico puede presumir de posesiones materiales, buena apariencia o un alto estatus social, su contraparte espiritual se enmascara bajo un aura de sabiduría divina y comprensión superior.

Aquí tienes una comparación de los dos.

Es un poco como cuando aprendes algo nuevo y de repente ves errores en lo que todos los demás están haciendo. Puedes sentirte tentado a decirles la forma «correcta» de hacer las cosas porque ahora «sabes mejor».

Lo mismo puede ocurrir en nuestro camino espiritual. Aprendemos cosas nuevas y nos sentimos iluminados, fortaleciendo nuestra inteligencia espiritual. Pero puede haber momentos en los que, sin darnos cuenta, empezamos a creer que somos de alguna manera mejores que los demás que no saben lo que ahora sabemos.

Ejemplos de ego espiritual

La espiritualidad es el camino para conectar con nuestro yo superior. Sin embargo, el ego puede interponerse. Esto es lo que puede parecer:

• Presumir sutilmente. Mencionar tus horas de meditación o prácticas espirituales para mostrar tu devoción.

• Sentirse «especial». Decir que tienes una conexión directa con líderes espirituales especiales o ángeles para parecer importante.

• Virtud virtual. Publicar con frecuencia fotos de tus actividades espirituales en línea, buscando mejorar tu imagen espiritual y obtener atención o validación.

• Juicio silencioso. Creer que tu camino espiritual o prácticas son superiores a las de los demás.

• Impaciencia oculta. Sentir molestia cuando las personas no entienden rápidamente conceptos espirituales.

• Superioridad inconsciente. Suponer que tienes ideas más profundas que otros en discusiones espirituales.

• Falsa humildad. Actuar humilde hacia afuera, pero sentirte orgulloso de tu propia humildad internamente.

«Cuando viene el ego, todo lo demás se va», dice Mahatria. «Cuando el ego se va, todo lo demás llega«.

Mantener nuestros corazones y mentes alerta a estos cambios sutiles es esencial. Y esta vigilancia asegura que el viaje hacia la espiritualidad permanezca auténtico, arraigado en una comprensión y compasión verdaderas.

5 señales de ego espiritual

Comprender el ego espiritual es importante porque puede infiltrarse silenciosamente en nuestros caminos, incluso cuando creemos que estamos siendo fieles a nuestro Yo Superior. Es como un susurro silencioso que nos hace sentir un poco mejores que los demás porque meditamos, rezamos o entendemos ciertas enseñanzas espirituales.

Entonces, ¿cuáles son las señales del ego espiritual? Aquí hay algunas que debes observar:

• Sentirse especial. A veces, puedes comenzar a sentir que tus prácticas espirituales o tu aprendizaje te hacen mejor o más avanzado que otras personas.

• Frustrarse. Pueden haber momentos en los que te sientas molesto o impaciente con personas que no comprenden las ideas espirituales tan rápidamente como tú.

• Siempre defendiendo. Si te encuentras defendiendo constantemente tus creencias y prácticas espirituales, también podría ser una señal.

• Uso del «bypass» espiritual. Esto es cuando usas ideas espirituales para saltar o ignorar emociones dolorosas o problemas, diciendo que no son espirituales o simplemente evitándolos.

• Aferrarse a una imagen. Aferrarse fuertemente a la idea de que eres una «persona espiritual» y esforzarte mucho por mantener esa imagen.

Prestar atención a estas señales es vital. Ser honesto contigo mismo ayuda a garantizar que tu viaje siga siendo verdadero y exprese amor hacia todos, incluyéndote a ti mismo.

Como dice Agapi Stassinopoulos, una reconocida maestra espiritual mundial, en su programa «Hablando con el Espíritu» en Mindvalley, «A menudo, cuando se nos pide embarcarnos en nuevas aventuras, tenemos miedo de lo desconocido. Pero un nuevo llamado puede ser una oportunidad dorada para entrar en la plenitud de lo que realmente somos«.

Cómo deshacerte del ego espiritual

Es posible trascender el ego tradicional. Y, por lo tanto, también es posible trascender el ego espiritual.

Consultando a los expertos espirituales de Mindvalley, aquí te mostramos cómo puedes hacerlo:

1. Presta atención cuando aparezca tu ego espiritual 

El ego encarna nuestra personalidad, creencias, preferencias y valores. Sirve como una especie de filtro a través del cual se forman nuestras personalidades y preferencias únicas. Y si no lo tuviéramos, esencialmente no habría ninguna diferencia discernible entre ninguno de nosotros, según la entrenadora de dharma Sahara Rose. (Puedes encontrar sus meditaciones en la aplicación de Mindvalley).

Así que la idea de «romper el ego» o «ir más allá del ego» es idealmente una afirmación falsa. «Se convierte en otra forma«, explica Sahara, «en la que nuestro ego trata de hacernos sentir que somos mejores que otras personas«.

No; en cambio, ella te aconseja que simplemente prestes atención cuando aparezca. De esa manera, puedes tomar decisiones más conscientes y no permitir que dirijan tus decisiones e interacciones.

Lo que puedes hacer: Presta atención a cómo puede manifestarse el ego espiritual en tu vida. Sé consciente, aconseja Sahara, de cómo ves a las personas que «no visten como tú, las personas que no escuchan tu mismo tipo de música, las personas que todavía van al centro comercial«.

Una vez que seas consciente de tu percepción, podrás empezar a detectar tu juicio hacia ellas (si ocurre, por supuesto).

2. Desbloquea tu chakra de la corona

 «El chakra de la corona, que representa el centro de la conciencia misma, es la conciencia que todos poseemos«, dice Anodea Judith, una destacada experta en chakras y entrenadora del programa “Sana a Través de los Chakras” de Mindvalley.

Cuando este centro de energía está abierto y equilibrado, puede conectarte con la energía universal y divina, lo que naturalmente mitiga el dominio del ego espiritual. Sin embargo, cuando está bloqueado, puede hacerte sentir desconectado y perdido, alimentando esencialmente el ego.

Lo que puedes hacer: Participa en una meditación consciente de chakra.

Simplemente imagina un radiante loto de mil pétalos en la parte superior de tu cabeza, simbolizando tu chakra. Luego, imagina su abrazo suave, sosteniéndote y guiándote como un padre nutridor.

Esta visualización te conecta con una sabiduría superior. Además, ayuda a disipar el agarre restrictivo del ego espiritual fomentando una profunda interconexión y conciencia.

3. Sé más grande que tu miedo

El miedo puede ser una parte importante de tu ego espiritual, actuando como un muro que te impide comprender verdaderamente a ti mismo y conectarte con el mundo a un nivel más profundo. Sin embargo, según Agapi, el miedo no es realmente algo malo; es un maestro que te muestra dónde puedes crecer.

«Mi acrónimo favorito de la palabra miedo es Expectativas Falsas que Aparecen como Reales«, señala en su programa de Mindvalley. Proviene de la amígdala, la parte de nuestro cerebro que quiere mantenernos a salvo. Sin embargo, a veces se interpone en nuestro crecimiento espiritual creando miedos falsos.

Lo que puedes hacer: Para superar el miedo y tener un verdadero despertar espiritual, debes ver el miedo, comprenderlo y recordar que eres más grande y fuerte que él.

«En el momento en que te encuentres en el miedo«, dice Agapi, «si tenemos la mentalidad en ese momento de decir, ‘Vale, sabes, puedo sentir que este miedo está surgiendo; está burbujeando dentro de mí. Por un lado, tengo este miedo, y está bien; es normal; es humano. Por otro lado, tengo a mi Dios; tengo mi presencia. Tengo mi conexión con mi poder interno, y puedo abrazar ese miedo, y sé qué hacer frente al miedo.’ ¿Ves cómo eso es mucho más empoderador?«

La clave de todo esto es no juzgar el miedo. La cosa es que si lo juzgas, te niegas a ti mismo y te privas de la oportunidad de cambiarlo.

4. El perdón es clave 

Según Mahatria, hay dos barreras que pueden impedirte crecer espiritualmente, especialmente en las relaciones: el dolor y el ego.

«Son barreras tan grandes«, agrega. «La inmadurez en las relaciones es convertirse en una víctima del dolor, es convertirse en una víctima del ego.»

La carga de culpa y dolor que llevas actúa como anteojos rayados, distorsionando tu vista de la vida y las relaciones. La carga puede parecer ligera ahora, pero llevarla a lo largo de la vida puede volverse insoportablemente pesada.

Lo que puedes hacer: La clave para liberarte de este peso es el perdón, que también puede allanar el camino hacia la «muerte del ego», una profunda transformación y renuncia a la identidad del yo.

Debes perdonarte a ti mismo para liberarte de la culpa y perdonar a los demás para liberar el dolor que te han causado. Esto no se trata de olvidar o negar tus experiencias, sino de elegir ver la vida con ojos frescos y claros y permitirte trascender más allá de las barreras de tu ego.

«La experiencia más agotadora de todas en la vida es esta constante necesidad de demostrar algo al mundo; no tienes que hacerlo«, aconseja Mahatria. «Dale una oportunidad al amor. En lugar de aferrarte a tu ego y abandonar el amor, a partir de ahora, aférrate al amor y abandona el ego.«

5. Pide consejo a tu Espíritu 

El ego espiritual a menudo puede convencerte de que tu conocimiento o prácticas espirituales son superiores a los de los demás. «Esto«, según Agapi, «es una gran oportunidad para recordarte a ti mismo que puedes alcanzar tu línea de vida y llamar al Espíritu para pedir consejo«.

Al hacerlo, estás admitiendo que no lo sabes todo y que estás listo para escuchar una sabiduría superior. Y este acto es humilde y honesto, y no deja espacio para el ego (que, francamente, cree que tiene todas las respuestas).

Lo que puedes hacer: «No esperes a tomar decisiones importantes para pedir consejo al Espíritu«, aconseja Agapi. «Debes convertirlo en un hábito en tu vida«.

Pregúntale: «¿Qué quieres que haga?» Y luego, con confianza y paciencia, escucha las respuestas, sabiendo que siempre llegan. Y de esta manera, gradualmente liberarás el control del ego espiritual, abrazando un camino de verdadera apertura y crecimiento espiritual.

Conclusión

El ego espiritual es un fenómeno complejo que puede influir significativamente en nuestro crecimiento personal y espiritual. Reconocer su presencia es el primer paso para mantenerlo bajo control. A través de la práctica de la autoobservación, la meditación y el fomento de la humildad, podemos aprender a gestionar este aspecto de nuestra psique.

Al hacerlo, no solo favorecemos nuestro bienestar interior, sino que también potenciamos nuestras relaciones y contribuciones a la comunidad. Mantener el ego espiritual en equilibrio nos permite avanzar en nuestro camino espiritual con autenticidad y propósito, logrando una conexión más profunda con nosotros mismos y con los demás.

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