El autoestima es algo con lo que todos luchamos de vez en cuando. Y cuando tienes un día libre y la autocrítica está a la hora del día, lo último que quieres es una lectura sobre el autorespeto.
Pero la autoestima y el respeto propio van de la mano. Sin ellos, es más probable que tomes decisiones que no te servirán a largo plazo.
¿Hay un atajo para aumentar tu autoestima? Aprender a respetarte a ti mismo es el primer paso importante.
¿Qué quiere decir tener respeto por ti mismo?
Todos estamos familiarizados con lo que significa respetar a los demás. Mostramos respeto a nuestros maestros, jefes y mentores. Respetamos a quienes honramos y admiramos.
¿Pero qué significa respetarte a ti mismo?
Ser capaz de respetarte como respetas a los demás se reduce a la forma en que te ves a ti mismo. Se resume a tu sentido del ser, a tu autoconcepto y a tu autoestima.
Respetarte significa valorar tus opiniones, pensamientos e ideas. Significa reconocer que traes algo importante a la mesa y que tu voz debe ser escuchada. Significa tratarte con dignidad y compasión, y esperar lo mismo de los demás.
Si descubres que te criticas más de lo que te aplaudes, es probable que estés teniendo problemas con el auto-respeto.
Entonces, ¿Cómo puedes aprender a comenzar a practicar más amor propio para respetarte más?
La autoconfianza es resultado del amor y el respeto propio. Y cuando te respetas a ti mismo, le enseñas a otros a hacer lo mismo.
Si deseas sentirte más seguro, aquí hay cuatro cosas que puedes hacer para aumentar el respeto a ti mismo:
1. Usa la crítica constructiva para crecer
Siempre habrá pesimistas y críticos. Pero eso no significa que tengas que soportar el peso de las críticas y, como resultado, sufrir.
Marisa Peer, autora del programa de Mindvalley “Vida sin Límites” , explica que una de las mejores formas de lidiar con la crítica constructiva, se trata de ver la oportunidad de crecimiento.
«Busca el cumplido», dice Marisa. “Y decreta que incluso la parte negativa es para ayudarte a crecer. No puedes crecer a menos que lo reconozcas”.
2. Apaga la crítica tóxica
El enfoque de Marisa Peer hacia la crítica constructiva es excelente: busca lo bueno dentro de lo malo y velo como una oportunidad para cambiar.
Pero ¿qué pasa con la crítica tóxica? Algunas personas realmente pueden ser hirientes, y cuando no hay muchas cosas buenas en su crítica, ¿qué se puede hacer?
Marisa tiene una gran estrategia para esto también. «Intenta no ponerte a la defensiva. Solo agradece su opinión», ella también menciona «No les des material para discutir».
Simplemente diles: «Gracias por compartirlo». Y haz todo lo posible para que el resto no se quede atorado dentro de ti.
3. Define tus valores
No es fácil respetarse a tí mismo cuando no estás dispuesto a defender tu código moral. La cosa es que, a veces no estamos del todo seguros de qué es eso.
A medida que crecemos y maduramos, a menudo nuestros valores cambian. La mejor manera de respetarse a tí mismo y a tus valores es tener un firme conocimiento de cuáles son tus valores.
¿Cuales son tus creencias? Si no estás seguro, confía en tu instinto. Tus instintos no te llevarán por mal camino.
No importa cuál sea tu causa, pueden ser los animales, trabajar de voluntario, ser un aliado o abogar por otro grupo, conocer tus ideales, conocer tu moral y saber cuales son tus valores.
4. Revisa cómo hablas contigo mismo
La verdad es que enseñamos a otros cómo tratarnos. Y cuando no nos respetamos a nosotros, solo se abre la puerta para que otros hagan lo mismo.
Una de las formas en que demostramos a los demás que no nos respetamos a nosotros es con una conversación interna negativa. Criticarte internamente a ti mismo es una cosa. Pero hacerlo frente a los demás es completamente diferente.
Todos luchamos contra esa voz crítica en nuestras cabezas. Pero cuando esa voz comienza a emitir nuestra autocrítica para que todos la escuchen, las consecuencias pueden ser desastrosas.
¿La parte más intrigante? A menudo ni siquiera nos damos cuenta de que lo estamos haciendo. Un poco de exigencia nunca hizo daño a nadie. Pero cuando el diálogo negativo se vuelve crónico, puede debilitar nuestra autoestima.
Ve si puedes darte cuenta la próxima vez que te involucres en la autocrítica. Y en lugar de dejar que esa voz te intimide y menosprecie, intenta confrontar esa voz con un poco de lógica con positiva.
Verás, la mayoría de los argumentos negativos que dejamos correr en nuestras cabezas no son ciertos. Pero estamos tan acostumbrados a escucharlos que los dejamos ser y estar.
La próxima vez que tengas una mala retroalimentación para ti mismo, mira si puedes resistir la incandescencia de la lógica. Lo más probable es que la autocrítica se desmorone.
¿Qué haces para sentirte autoconfianza?Comparte tus comentarios en la parte de abajo.
