Soñar es algo que solemos hacer todos los días de nuestra vida, pero pocas veces somos conscientes de ello.
Soñar es una actividad cotidiana de nuestra mente, útil para multitud de funciones cerebrales, lo cierto es que sigue siendo un gran desconocido para las personas e, incluso, para la ciencia.
A pesar de ello, en ocasiones, muchos de nosotros hemos podido experimentar ciertas circunstancias anómalas mientras soñamos.
Hablamos de anomalías porque no son habituales, teniendo en cuenta que lo normal es que los sueños que experimentamos, en caso de recordarlos, sean un cúmulo de mensajes oníricos ajenos a nuestra voluntad.
Pero no siempre ocurre esto. Como comentábamos, en ocasiones hemos sido conscientes de que estábamos soñando.
Esta percepción suele durar poco rato y, a veces, incluso podemos escoger, durante un corto espacio de tiempo, el argumento de nuestros sueños. A todo ello se le llama sueño lúcido.
¿Qué es un sueño lúcido?
El sueño lúcido es el proceso en el que el soñante es consciente de estar soñando.
Esa, de todos modos, es la definición simple, ya que, según Paul Tholey, estudioso de los sueños lúcidos y psicólogo de la Gestalt, el sueño lúcido tiene siete características:
- Consciencia de estar soñando.
- Posibilidad de elección y decisión de nuestros deseos y actos dentro del sueño.
- Discernimiento normal durante el sueño.
- Sentidos activos durante el sueño.
- Memoria similar a la del estado de vigilia.
- El sueño es recordado al despertar.
- El soñante puede interpretar su sueño, incluso estando dentro del propio sueño.
¿Por qué tenemos sueños lúcidos?
Según Úrsula Voss, catedrática de psicología de la Universidad de Bonn, el motivo por el cual podemos tener sueños lúcidos es que la consciencia no se desconecta del todo mientras dormimos.
En el sueño lúcido, la actividad cerebral aumenta, especialmente en la parte frontal del cerebro, que está relacionada con la actividad cognitiva.
Esto se demuestra por la aparición de ondas cerebrales en la banda gamma. Cuanto más rápida es esa actividad gamma, mayor será el procesamiento cognitivo en general.
La actividad gamma es muy baja en el sueño profundo.
Sin embargo, en el sueño lúcido aparece, aunque en menor medida que durante la vigilia.
Técnicas científicas para tener un sueño lúcido
Según Denholm Aspy, doctor en Psicología de la Universidad de Adelaida y especialista en el estudio de los sueños lúcidos, existen una serie de técnicas que podemos seguir para conseguir disfrutar de los sueños lúcidos.
- Prueba de la realidad. Detectar con claridad cuando estamos dormidos o despiertos, observando el entorno.
- Despertarse y volver a la cama. Permanecer despierto poco tiempo después de pasar unas cinco horas durmiendo, para volver a dormir con el fin de entrar en la fase REM. En esta fase en la que suelen generarse los sueños.
- MILD (siglas en inglés) (Inducción Mnemotécnica de los Sueños Lúcidos). Consiste en despertar tras cinco horas de sueño e intentar recordar qué se estaba soñando antes de volver a dormir, repitiendo la frase: «La próxima vez que esté soñando, recordaré que estoy soñando» e imaginarse en un sueño lúcido.
Riesgos y beneficios de los sueños lúcidos
Muchas personas se preguntan qué beneficios tiene el tener sueños lúcidos y si aportan alguna característica positiva para nuestra salud mental y física. Según el doctor Aspy, estos son algunos de los beneficios de los sueños lúcidos:
- Nos divierten.
- Nos aportan el poder de hacer cosas que deseamos pero, por ciertos convencionalismos, no los llevamos a cabo.
- Pueden ayudarnos a luchar contra algunas fobias.
- Nos ayudan a perder el miedo a las pesadillas recurrentes.
- Pueden ser útiles contra el estrés postraumático.
- Aportan libertad de acción a personas con algunas limitaciones físicas.
- Nos ayudan a resolver conflictos emocionales.
De todos modos, existen también riesgos de los que debemos ser conscientes, indica el psicólogo de la Universidad de Adelaida.
- Pueden inducir a la parálisis del sueño (inmovilidad durante unos instantes) que puede provocar angustia y ansiedad en los soñantes.
- Pueden ser adictivos.
- Pueden provocar excesivo control de nuestros sueños.
Está desaconsejado personas con enfermedades mentales graves, como la esquizofrenia.
Cómo detectar los falsos despertares
Lo primero que se tiene que hacer para detectar que no estamos frente a un falso despertar después de un sueño lúcido, es hacer varias pruebas para comprobar que no estamos dormidos. Estas son algunas de ellas:
- Repetir una acción dos veces para ver si no hay cambios. Por ejemplo, leer un letrero o mirar dos veces la hora de un reloj.
- Intentar hacer algo difícil en vigilia. Por ejemplo, taparnos los oídos y ver si oímos de igual forma o intentar volar.
- Mirarnos en un espejo para ver si nuestro reflejo es normal.
- Si tenemos alguna deficiencia, como una sordera o una ceguera, detectar si desaparece.
Conclusión
En definitiva, los sueños lúcidos han llamado la atención de varios científicos por un hecho diferencial: la conciencia.
Ser conscientes de nuestra realidad dentro de un sueño, es algo sorprendente.
¿Podríamos decir, a su vez, que el hecho de ser conscientes de nuestros sueños es que los estamos viviendo de verdad?
Y es que, como dijo el famoso psiquiatra y psicólogo suizo Carl Gustav Jung:
Cuanto más aptos somos para hacer consciente lo que es inconsciente, más grande es la cantidad de vida que integramos
Carl Gustav Jung
¿Has tenido algún sueño lúcido?, ¿crees que pueden ser beneficiosos?. Queremos saber tu opinión.