Algunos de nosotros, nos embarcamos en proyectos que no hemos decidido.
Por ejemplo, muchos niños escogen actividades extraescolares propuestas por sus padres, realizan disciplinas deportivas elegidas por sus progenitores o, incluso, carreras universitarias aconsejados por sus profesores.
Otras veces, escogemos hacer cosas que serán trascendentales en nuestra vida por motivos económicos, sociales o culturales, sin importar demasiado los verdaderos deseos personales.
Esto, como no podría ser de otra manera, provoca que, en algún momento de este proceso, se nos planteen dudas, nos sintamos insatisfechos o, incluso, entremos en severas crisis personales en busca de nuestro verdadero plan de vida.
¿Qué es un proyecto de vida?
Un proyecto de vida personal, es una serie de actos de gran envergadura, efectuados a largo plazo y de los que derivarán los grandes pilares en los que se basará la vida.
Muchas personas, fijan su proyecto de vida en base a una carrera universitaria, una profesión, una pareja o formar una familia.
Generalmente, hasta la madurez no nos trazamos un verdadero plan de vida, ya que la gente más joven suele vivir el presente y tienen problemas para emprender proyectos a largo plazo.
Hay dos factores que influyen poderosamente en nuestros proyectos de vida:
- Educación: La motivación que puedan darnos por parte de nuestra familia y las personas influyentes en nuestra vida, es básica para que podamos emprender proyectos de forma exitosa. A su vez, muchos padres influyen a sus hijos a la hora de escoger una profesión, ya sea queriendo que sigan con un negocio familiar, estudiando una carrera determinada o, a nivel personal, formando una familia tradicional.
- Personalidad: En segundo lugar, una persona con un carácter más influenciable o con más necesidad de agradar, tiene más posibilidades de iniciar un proyecto de vida marcado por decisiones ajenas, lo cual puede resultar poco satisfactorio en muchas ocasiones.
¿Cómo hacer un proyecto de vida?
Tener claro la importancia de un proyecto de vida, es fundamental.
Para ello, es básico ser consciente de nuestras necesidades, nuestros verdaderos deseos y las metas que queremos conseguir.
Todo ello requerirá que sigamos los siguientes pasos:
- Autoconocimiento. Conocernos a nosotros mismos y ser conscientes de nuestras debilidades y anhelos, es básico para construir un proyecto de vida realmente sólido
- Reflexión. Pensar en lo que queremos de verdad y hacer un ejercicio de autoreflexión es básico para definir lo que realmente necesitamos y queremos llevar a cabo en nuestra vida.
- Autoconfianza. Creer en nosotros mismos,es vital para conseguir labrar las metas que nos hemos autoimpuesto una vez hemos finalizado ese proceso de autoconocimiento y autoreflexión.
- Autocontrol: El autocontrol y la fuerza de voluntad serán otros de los motores que harán que logremos nuestras metas. Sin autocontrol no hay fuerza de voluntad y estas dos virtudes precisan de autoconocimiento y del control de nuestras emociones para florecer.
Metas de vida con la ayuda de Vishen Lakhiani y Lifebook
Una de las cosas más importantes a tener en cuenta a la hora de reflexionar sobre las partes de nuestro proyecto de vida, es saber lo que realmente queremos en ella, y para ello Vishen nos enseña a diferenciar lo que son las metas instrumentales de las metas finales.
- Metas instrumentales. Son aquellas que la sociedad o la educación nos imponen y que se supone que nos van a hacer felices. Entre ellas, estarían la elección de una carrera, encontrar un buen puesto de trabajo, enamorarnos de una persona con unas determinadas características…
- Metas finales. Son las que forman parte de nuestros deseos y anhelos más profundos, que tienen que ver con el bien colectivo y provienen de nuestras habilidades y virtudes. Estas podrían ser ayudar a los demás con nuestro amor, con nuestros conocimientos específicos o con nuestras habilidades innatas o adquiridas.
Vishen, a su vez, nos indica que, para ayudarnos a descubrir de forma más sencilla cuáles son nuestras metas finales y cuáles de las que nos hemos impuesto son instrumentales, nos planteemos estas tres preguntas:
- ¿Qué experiencias quiero tener?
- ¿Cómo quiero crecer?
- ¿Cómo quiero contribuir con el mundo?
Para qué sirve un proyecto de vida
Una vez te hayas planteado estas cuestiones y las hayas respondido, queremos explicarte qué significa tener un proyecto de vida basado en las metas finales y no en las instrumentales.
Las metas instrumentales, son necesarias, ya que tener dinero, por ejemplo, que es una meta instrumental, es la herramienta sin la cual no podemos desarrollar una vida en sociedad y puede ser el medio para alcanzar otras metas finales.
Pero, a nivel espiritual y de desarrollo personal, tenemos dos grandes necesidades que son fundamentales para entender cuáles serán nuestras metas finales, nuestro proyecto de vida.
Dos de los pilares en los que se sustenta este proyecto son:
- Nuestra necesidad de crecer (tener más inteligencia emocional y mayor bienestar).
- Nuestra necesidad de contribuir al mundo.
Otro método que puede ayudarte a encontrar tu proyecto de vida, ya que te guía en todo el proceso y te ayuda a reflexionar sobre tus metas, es el método The Lifebook.
Este método holístico, enfoca desde múltiples puntos de vista, un cambio de hábitos que conseguirán que alcances las metas finales que te propongas para tener una vida más plena y satisfactoria.
En este método, Jon y Missy (autores del Lifebook), o un coach certificado, te guiarán a través de las 12 áreas clave de tu vida, ayudándole a crear una visión unificada para cada una de ellas con el fin de definir un proyecto de vida claro, ilusionante y satisfactorio.
Conclusión
Probablemente, después de leer este artículo, creerás que tu proyecto de vida está equivocado. Si es así, no te preocupes, le pasa a muchas personas.
La solución a todo ello, es que empieces a plantearte cómo cambiarlo y sustituirlo por metas que te proporcionan felicidad.
Ahora, ya sabes cómo empezar a hacerlo y, sobre todo, cuáles son las preguntas que debes hacerte para definir qué es lo que te hace verdaderamente feliz.
Si, por el contrario, te sientes identificado con todo lo que se dice en este artículo, seguro que tu intuición ya sabía que ese era el camino correcto, ¡enhorabuena!.
¿Tus metas son instrumentales, finales o ambas? Cuéntanos en los comentarios