Todos nos enfrentamos de vez en cuando a alguna situación que podríamos calificar como adversa, una situación que nos desagrada y nos genera dolor y sufrimiento.
Pero hay ciertas personas que crecen, aprenden e incluso parecen inmunes ante tales eventualidades.
¿Qué tendrán en común estas personas?
Pues para empezar, que todas son personas resilientes, son capaces de recuperarse ante la adversidad, y no sólo eso, se adaptan positivamente a las situaciones desfavorables.
Algunas características que tienen en común las personas con un alto grado de resiliencia son:
- Creatividad
- Adaptabilidad
- Sentido del humor
- Optimismo
- Constancia
- Objetividad
- Autoconocimiento
- Aceptación
Además de contar con buena autoestima, afrontan de manera proactiva los retos y tienen, en general, una mejor salud mental y emocional.
¿Qué significa ser una persona resiliente?
Las personas resilientes no han nacido con algún don o superpoder.
TODOS tenemos la capacidad de cultivar la resiliencia y de superarnos a nosotros mismos y vivir una vida encaminada al éxito y la felicidad.
Ya que todos, en menor o mayor grado, somos resilientes.
Lidiamos con pequeñas adversidades a diario, algunas ni siquiera las identificamos como tales porque ya sabemos cómo actuar y las resolvemos al instante. Pero otras, en cambio, nos petrifican y nos hunden y no nos dejan avanzar en la vida.
El grado de resiliencia es único para cada ser, ya que nadie se enfrenta de la misma manera a una situación adversa, y cada uno vive cada adversidad en función de la percepción que tenga de la vida.
Así es que, al hablar de resiliencia, nos enfrentamos a un enfoque individual, donde cada uno es responsable de identificar sus debilidades y fortalezas, de echar una mirada a su interior y trabajar para desarrollar las habilidades necesarias para afrontar la vida y sus adversidades de la mejor manera posible.
Tú, y sólo tú, eres responsable de construir el camino hacia tu existencia plena, feliz y con propósito.
– Srikumar Rao, legendario profesor motivacional y autor del libro Happiness at Work
Cuando hablamos de resiliencia, podemos fácilmente caer en la creencia de que tenemos que convertirnos en personas “más fuertes” y de que tenemos que construir una coraza que nos haga resistentes a las adversidades.
Si seguimos por este camino, nos alejaremos en sentido contrario al verdadero significado de ser resiliente, y es que resiliente y resistente no son sinónimos.
Ser resiliente trata en primer grado de entenderte a ti mismo, de ser emocionalmente inteligente.
Tienes que lidiar primero con tus emociones, saber reconocerlas y entenderlas, para así poder manejarlas mejor. De esta forma podrás afrontar cualquier acontecimiento de manera más efectiva y saludable.
Convertirse en una persona resiliente no es un meta final, forma parte de tu desarrollo y transformación como ser humano y espiritual.
¿Cómo podemos aumentar nuestra resiliencia ante las adversidades de la vida?
Aquí te damos las 6 CLAVES que te ayudarán a desarrollar habilidades para resolver problemas y, así, construir una resiliencia inquebrantable:
- ACEPTA: Sólo desde la aceptación podrás seguir avanzando. El no aceptar conduce a la frustración y el estancamiento. Aceptar no es la solución al problema o circunstancia negativa que puedas estar experimentando, y tampoco significa que te librará de todo dolor y sufrimiento, pero sí es el primer paso. Aceptar una situación tal como es, es abrir camino a algo nuevo: abrimos la puerta a las posibilidades de cambio.
- COMPARTE: No dudes en hablar con alguien cuando te sientas decaído o triste, comparte tu estado de ánimo, así como el problema en sí mismo. Otra persona puede darte su opinión desde una perspectiva más neutral y objetiva. El hecho de verbalizar y sacar de adentro nuestros temores y pensamientos nos ayuda a ver la situación con nuevos ojos.
- AGRADECE: Independientemente de lo que pueda estar pasando en nuestras vidas, siempre habrá algún motivo por el cual estar agradecidos. Céntrate en lo bueno que ya tienes y agradécelo.
- PON TU VIDA EN PERSPECTIVA: Dedica tiempo para reflexionar sobre tu vida y verla desde un nuevo ángulo. Haz memoria y revive algún momento pasado que en su día catalogaste como problemático e incluso insuperable… Ahora vuelve al presente. ¿Te sirvió para crecer como persona?, ¿contribuyó a formar una persona más sabia y tolerante? Y lo que ahora vives e identificas como una situación adversa… ¿lo es de verdad? ¿o también forma parte de tu crecimiento personal?
- CÉNTRATE EN TU BIENESTAR: Abordar una situación desfavorable con una actitud negativa y con la autoestima baja, no hará más que empeorar la sensación de dolor y frustración. Enfócate en tu bienestar, tanto a nivel físico como emocional y espiritual. Inscríbete a una clase de yoga, iníciate en la meditación, cambia tus hábitos alimenticios, ejercita… ¡cualquier cosa que te haga sentir bien!
- SÉ CONSTANTE: Uno no se convierte en una persona más resiliente de la noche a la mañana. Hablamos de un proceso que lleva su tiempo, breve y llevadero para algunos, largo e intenso para otros. La perseverancia es crucial y también es la más difícil de llevar a cabo. Todos queremos cambiar y convertirnos en nuestra mejor versión, pero pocos entendemos lo valioso que es invertir nuestro tiempo en superar nuestras adversidades.
Acepta la vida tal como es, comparte lo que sientes, agradece el regalo que es la vida, mantén siempre una actitud positiva, quiérete cada día más y, sobre todo, sé constante en tus progresos.
Y tú, ¿qué haces para ser más resiliente? ¡Comparte con nosotros alguna clave o consejo que uses para ganar en resiliencia!