Una relación platónica es un tipo especial de amor. Descubre qué es exactamente, por qué es bueno tenerla y cómo hacer que funcione.
Para aquellos que tenemos grandes esperanzas en un «felices para siempre«, no hay nada que nos haga estremecer más que la palabra «platónico». Pero con un pequeño cambio de mentalidad, tiene el poder de formar una relación única y auténtica entre dos personas.
Si no estás familiarizado con el concepto, hay algunas cosas que pueden despertar tu curiosidad.
Aquí están las respuestas a esas preguntas.
¿Qué es una relación platónica?
“Los seres humanos no están destinados a vivir en aislamiento. Estamos aquí para tener relaciones.”
Katherine Woodward Thomas, autora de «Separación consciente»
El significado literal de ‘platónico’ es la ausencia de romance o sexo. Sin embargo, honra los sentimientos mutuos de amor, respeto, honestidad, apoyo, intereses compartidos y valores.
Suena como amistad, ¿verdad? Bueno, hasta cierto punto, lo es.
El término ‘relación platónica’ se utiliza principalmente para describir un vínculo cercano entre personas de géneros opuestos sin sentimientos de atracción, pasión o tensión sexual. Pero, especialmente en esta época, también se puede utilizar para amistades del mismo género.
Pero lo que sucede con la amistad es que existe el potencial de que se convierta en una dinámica romántica o sexual. Por lo tanto, la diferencia entre estos dos tipos de relaciones se reduce esencialmente a la intención.
Tipos de relaciones platónicas
Así como hay varios nombres diferentes para ciertas cosas (como soda, refresco, cola, bebidas carbonatadas…), también hay diferentes términos para llamar a las relaciones platónicas. Es posible que reconozcas algunos, sino todos.
Bromance: una relación estrecha pero no sexual ni romántica entre dos o más hombres. Por ejemplo, Jon Snow y Samwell Tarly de Juego de Tronos.
Womance: lo mismo que bromance, pero entre dos o más mujeres. Piensa en Thelma y Louise.
Esposo/a de trabajo: un vínculo con alguien en tu lugar de trabajo, similar al de un matrimonio, pero sin conexión sexual. Por ejemplo, Jake Peralta y Rosa Diaz de Brooklyn Nine-Nine.
Entonces, las relaciones platónicas implican una participación mutua y no romántica con otra persona, ya sean amigos, colegas, vecinos, miembros de la familia extendida o cualquier persona que valores en tu vida.
¿Por qué es bueno tener una relación platónica?
Las relaciones platónicas pueden enriquecer tu vida de varias formas que quizás las relaciones familiares, románticas o sociales no pueden ofrecer.
«Tener deseos en las relaciones que van mucho más allá de lo que nuestros abuelos deseaban», explica Katherine Woodward Thomas, autora del programa Separación Consciente de Mindvalley. «Deseamos conexiones profundas y auténticas con personas que son nuestra verdadera tribu, que realmente nos entienden y que nos apoyan para convertirnos en quienes tenemos el potencial de ser».
Aquí hay algunos beneficios de las relaciones platónicas que debes tener en cuenta:
- Hay menos expectativas, por lo que no sentirás la presión de fingir o preocuparte por una ruptura. Y debido a que hay menos estrés, aumentará tu sentido de pertenencia y propósito. Como dice la actriz Isabel Norton, «en un amigo, encuentras un segundo yo«.
- Puedes explorar una parte más profunda de ti mismo. Saber que estás en un espacio seguro lleno de amor platónico te permite utilizar este apoyo social para construir experiencias y recuerdos únicos. También te capacitará para mejorar tu confianza en ti mismo, aumentar tu autoestima y tu felicidad.
- Es beneficioso para tu bienestar. Una conexión social saludable ayuda a reducir el riesgo de muchos problemas de salud comunes pero significativos, como la depresión y la presión arterial alta. De hecho, estudios científicos demuestran que las personas con relaciones significativas y un sólido apoyo social viven más que aquellos sin ellos.
Este tipo de amor y vínculo no siempre es fácil de encontrar, es cómo encontrar una aguja en un pajar. Y cuando lo encuentras, es como encontrarse con un espíritu afín.
¿Cómo hacer que funcione una relación platónica?
Al igual que cualquier otra conexión, una relación platónica sin visión no te llevará a ninguna parte.
Siempre es sabio tener claridad sobre lo que deseas y lo que la otra persona espera. Y aunque no hay reglas establecidas cuando se trata de relaciones, aquí tienes algunos consejos esenciales que puedes usar para tu amor platónico.
- Amor sin condiciones. Platónico o no, se trata de ágape, un amor desinteresado e incondicional. El pasaje de los Corintios lo expresa mejor: «[El amor] no insiste en su propio camino; no es irritable ni resentido; no se alegra de la injusticia, sino que se alegra de la verdad».
- La honestidad es la mejor política. Ser honesto dice más sobre tu carácter y valores que cualquier otra cosa. Y va de la mano con la confianza. Si sientes la necesidad de criticar a la otra persona, intenta que sea constructiva y positiva para darle la oportunidad de crecer.
- La comunicación es clave. A menos que seas el Profesor X de los X-Men, no podrás leer mentes. Por eso, la comunicación efectiva es clave. Minimiza la posibilidad de caer en malentendidos. Y como mantener las cosas en un plano platónico es la intención de la relación, la comunicación ayuda a establecer límites que no deben cruzarse.
Conclusión
Las relaciones platónicas son un pilar fundamental para el bienestar emocional y social de las personas, ofreciendo un espacio de conexión profunda sin la presión de la atracción romántica. Estos lazos basados en la amistad genuina y el respeto mutuo enriquecen nuestras vidas al fomentar la confianza, el apoyo incondicional y el crecimiento personal.
Tener una relación platónica de calidad es tan beneficioso como cualquier otra forma de vínculo afectivo, ya que nos permite experimentar una conexión auténtica y sana, contribuyendo a nuestra estabilidad emocional y a una vida social más equilibrada.
En un mundo que a menudo prioriza lo romántico, las relaciones platónicas nos recuerdan la importancia de la amistad pura como fuente de satisfacción y apoyo a lo largo de la vida.
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