La memoria es como esa película clásica que todos recordamos: a veces brilla con vívidos matices, otras se convierte en un enigma confuso y, en ocasiones, simplemente se nos escapa como un gato al que intentamos atrapar.
Sin importar la edad que tengas, potenciar la memoria no es solo un capricho para impresionar en el próximo trivial de la familia, sino una herramienta poderosa que puede hacer que tu vida diaria sea más fluida y satisfactoria.
Como dice Jim Kwik, entrenador del programa de Mindvalley Supercerebro y experto en memoria y en aumentar la capacidad cerebral, “si crees que no eres bueno recordando nombres, no recordarás el de la próxima persona que conozcas”
Pero esto se puede cambiar…
Te presentamos consejos sencillos y efectivos para desterrar esa idea de tu cabeza y entrenar tu mente. Desde juegos que desafían tu ingenio hasta hábitos que incluso el Doctor Who envidiaría para mantenerse en forma a través del tiempo.
Así que, si estás listo para transformar tu memoria de un vil recuerdo fugaz a una sólida enciclopedia, sigue leyendo.
¿Por qué es importante potenciar la memoria?
Imagínate que la memoria es como el disco duro de una computadora: cuanto más espacio y organización tenga, mejor funciona. Ahora, a medida que avanzamos en la vida, este disco duro puede llenarse de archivos temporales, fotos borrosas y, en ocasiones, hasta de virus en forma de distracciones.
Potenciar la memoria no solo te permitirá recordar dónde dejaste las llaves (ya no más búsquedas épicas en todo el apartamento), sino que también tiene implicaciones mucho más profundas para tu calidad de vida.
A lo largo de las décadas, la memoria se convierte en esa base de datos personal que almacena experiencias, conocimientos y esas anécdotas que siempre haces salir en la cena familiar, como una versión menos glamorosa de “La Casa de Papel”.
Mejorar la memoria significa amplificar tu capacidad para aprender cosas nuevas, tomar decisiones más acertadas y, por supuesto, mantener conversaciones más interesantes.
Después de todo, nadie quiere ser el que olvida el nombre de esa estrella de cine que ha visto en todas las redes sociales, como si fuera un personaje secundario de «Friends».
Además, ¿sabías que ejercitar la memoria puede tener un impacto positivo en tu bienestar emocional?
Al igual que el Capitán América se fortalece con cada batalla, cada vez que ejercitas tu memoria, estás entrenando tu cerebro para lidiar mejor con los desafíos que se presentan.
Una buena memoria no solo alimenta tu intelecto, sino que también te ayuda a sentirte más conectado con otros, a recordar los buenos momentos y, en general, a vivir una vida más plena.
La memoria no es algo que tienes, es algo que haces.
Jim Kwik, entrenador del programa Supercerebro
Los beneficios de una mente ágil
Si alguna vez has visto a un ninja en acción, sabes lo impresionantes que pueden ser los movimientos rápidos y precisos. Ahora, imagina tener una mente que se mueva con la misma agilidad: piénsalo como el Jackie Chan del conocimiento.
Una mente ágil no solo se adapta con facilidad a los cambios, sino que también es capaz de resolver problemas, aprender cosas nuevas y, sí, ¡hasta recordar dónde dejaste el mando a distancia!
Aumenta la productividad
Primero, hablemos de productividad. Una mente ágil tiene la capacidad de concentrarse, organizarse y priorizar tareas como si estuviera en una competencia de «El juego del calamar», donde solo los más astutos sobreviven y prosperan.
Cuando tu cerebro está bien entrenado, no solo puedes administrar mejor tu tiempo, sino que también puedes mantener la calma en medio del caos. Esto significa que podrás terminar tus tareas más rápido, disfrutar de más tiempo libre y, tal vez, tener esa pausa para el café sin sentir que el reloj está en tu contra.
Mejora la capacidad de aprendizaje
El aprendizaje es otro de los superpoderes de una mente ágil. Al mejorar tu capacidad de aprendizaje, te sientes como un aprendiz Jedi en el universo de «Star Wars», absorbiendo sabiduría a medida que avanzas.
Esto significa que podrás aprender nuevos idiomas, habilidades o incluso cómo montar ese mueble de IKEA sin perder la cordura —cosa que, admitámoslo, a veces puede parecer una herramienta de tortura sueca.
Pero recuerda, tal y como nos comenta Jim, el arte de aprender está vinculado a la atención y la presencia.
A medida que te vuelvas más hábil en la adquisición de conocimientos, abrirás nuevas puertas en tu vida profesional y personal.
Un estudio de la Universidad Autónoma de Manizales revela que el aprendizaje implica no sólo la memorización pasiva, sino la codificación activa de nueva información en la memoria. Esto se traduce en un cambio duradero en nuestros conceptos y modelos mentales.
La investigación, basada en grabaciones intracraneales en pacientes con epilepsia, muestra cómo el cerebro organiza y almacena recuerdos, lo que tiene implicaciones importantes para entender y tratar trastornos de la memoria como el Alzheimer.
Así, el aprendizaje y la memoria se interrelacionan, donde el primero facilita la integración de nuevos conocimientos.
Reduce el riesgo de enfermedades neurodegenerativas
Finalmente, tener una mente ágil también puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas. Piensa en tu cerebro como el héroe de una película de Marvel; si mantienes tus circuitos bien entrenados y activos, es menos probable que se convierta en un villano.
Una mente que se desafía y se mantiene activa a través de la práctica y el aprendizaje continuo es menos propensa a sufrir de problemas como el Alzheimer o la demencia.
Los costes de una mala memoria
Tener una mala memoria puede ser un poco como ser el protagonista de «Memento»: siempre atrapado en un ciclo de olvidos y confusiones, tratando de atar cabos sueltos mientras una nube de incertidumbre se cierne sobre ti.
Pero, a diferencia del amigo de Leonard Shelby, no queremos que tu vida se convierta en un rompecabezas al que nunca logras encontrar la solución. Vamos a explorar los costes asociados con una mala memoria, y, como el resto de los episodios de una buena telenovela, ¡esto requiere atención!
Dificultad para recordar compromisos
Imagina que olvidaste esa reunión importante en el trabajo o, peor aún, el cumpleaños de tu mejor amigo. ¡Eso puede ser más doloroso que que te den una patada en la espinilla!
La dificultad para recordar compromisos no solo resulta incómoda, sino que también puede tener consecuencias serias. Te verás atrapado en situaciones sociales y laborales complicadas, como si fueras un personaje de «Friends» que llega tarde al café con el grupo.
Nadie quiere ser ese amigo que olvida las citas. Así que, si no deseas que tus amigos empiecen a hablar de ti en sus ‘tretas’ de escape, es hora de trabajar en esa memoria.
Problemas en el trabajo y en los estudios
La memoria fallida también puede ser un auténtico enemigo en el trabajo y los estudios.
¿Recuerdas a ese personaje de «El diario de una princesa» que no podía recordar un simple discurso?
De manera similar, si no recuerdas tareas, plazos o detalles importantes, podrías terminar como el protagonista de «El lobo de Wall Street», pero a la inversa: un lobo de Wall Street pero en el banquillo de los acusados en lugar de haciendo el «fondo de inversiones».
Una mala memoria puede poner en peligro tu rendimiento y, con él, tus oportunidades de crecimiento. ¡Vamos, no queremos terminar en una serie B de problemas laborales!
Disminución de la confianza en ti mismo
Por último, una memoria deficiente puede hacer que tu confianza sufra. Olvidar cosas importantes empieza a hacer mella en tu autoestima, y es fácil sentirse como si te estuvieras convirtiendo en un personaje olvidado en un rincón de la historia.
En el trabajo, en la escuela y en las relaciones, la inseguridad puede llevarte a dudar de tus habilidades, lo que puede resultar en un círculo vicioso: olvidas algo, te sientes mal, te concentras menos y, desgraciadamente, ¡vuelves a olvidar!
Así que, si sueñas con sentirte seguro y seguro de ti mismo, es hora de tomar medidas.
Técnicas prácticas para potenciar la memoria
¡Bienvenido al gimnasio de tu memoria! Aquí no haremos levantamientos de pesas, pero sí ejercitaremos ese músculo crucial que guarda todos tus recuerdos, desde el primer amor hasta el lugar donde dejaste las llaves del coche.
Así que, sin más preámbulo, vamos a entrar en materia con algunas técnicas prácticas que, aunque suenen un poco como una lista de tareas, realmente pueden hacer maravillas.
Adopta un estilo de vida saludable
Al igual que Tony Stark no podría salvar el mundo sin su tecnología de punta, tu cerebro necesita una nutrición adecuada para funcionar correctamente. Aquí te dejamos algunas claves para alimentar tu «Iron Brain»:
Alimentación cerebral: Incorpora alimentos ricos en nutrientes como los ácidos grasos omega-3 (pescados como el salmón, las sardinas…), antioxidantes (frutos rojos) y vitaminas B (plátanos y legumbres). Todo esto alimentará tu cerebro y lo mantendrá ágil.
Dieta equilibrada: No estamos hablando de hacer una «Dieta del Guerrero», sino de mantener un equilibrio. Una dieta rica y equilibrada es esencial para tener todas tus mejores herramientas a la mano cuando más las necesitas.
El papel del sueño: Dormir bien ayuda a consolidar la memoria, mientras que la falta de sueño puede hacer que sientas que estás intentando recordar dónde dejaste tus zapatos bajo el encanto de Rapunzel. No, no es magia, es solo una falta de Zzz.
Ejercicio físico regular: Mover tu trasero es crucial. Hacer ejercicio no solo activa tu cuerpo, sino que también mejora tu función cognitiva. ¡A correr o bailar se ha dicho!
El ejercicio no solo mejora la condición física, sino que también promueve el crecimiento de nuevas neuronas en el hipocampo. Estudios han demostrado que el factor de crecimiento BDNF, una proteína activada durante el ejercicio aeróbico, juega un papel crucial en esta neurogénesis.
Las nuevas neuronas que se generan aprenden más rápidamente y se integran de forma más eficaz en los circuitos del hipocampo, mejorando así la memoria. Además, la actividad aeróbica moderada y de alta intensidad ayuda a reducir la acumulación de placas beta-amiloides y ovillos tau, que están asociados con el riesgo de demencia.
Utiliza técnicas de memoria efectivas
Ahora que tienes el cuerpo y la mente alimentados adecuadamente, pasemos a las técnicas que son más efectivas que cualquier hechizo de «Harry Potter»:
La Técnica de los Loci: Imagina que creas un palacio mental, como si fueras el arquitecto de Hogwarts, donde cada habitación representa un concepto. Cada vez que necesites recordar algo, solo tienes que hacer un recorrido mental por tu palacio. ¡Es más fácil que intentar recordar esas contraseñas de cinco cifras!
Repetición espaciada: Esta técnica es como la canción más pegajosa que no puedes sacarte de la cabeza. Repasa la información a intervalos regulares. Imagina que estás afinando una guitarra: necesitas practicar varias veces antes de que suene como «Sweet Child O’ Mine».
Asociación de palabras: Conectar conceptos nuevos con información conocida es como cuando «Stranger Things» mezcla lo sobrenatural con la nostalgia de los 80. Relaciona lo nuevo con lo que ya sabes para hacer un puente en tu mente. Si aprendiste una palabra nueva en inglés, asóciala con su equivalente en tu lengua natal. ¡Es un juego de palabras digno de una noche de trivial!
Entrena tu cerebro regularmente
Si deseas que tu memoria sea tan resistente como la de un elefante, también necesitas ejercitarla con regularidad:
Juegos de memoria y rompecabezas: Desde sudokus hasta juegos de cartas, pon a prueba tu memoria mientras te diviertes como si estuvieras en un episodio de «Atrapa un millón», pero en lugar de dinero, ganas habilidades.
Aprende un nuevo idioma o instrumento musical: Esto no solo diversifica tus habilidades, sino que actúa como un “multiverso” de neuronas en tu cerebro. ¿Por qué no convertirte en un políglota como el Doctor Strange mientras tocas el piano como un virtuoso?
Lee libros y artículos interesantes: Sumérgete en buenos libros o artículos como si estuvieras explorando una serie de Netflix de las que no puedes despegar los ojos. Cuanto más estimules tu mente, más fuerte será.
La actitud también cuenta
Efectivamente, tal como dice nuestro Jim, para tener una buena memoria y ejercitar esta habilidad (recuerda que no tienes buena o mala memoria, construyes una buena o mala memoria), tienes que poner atención e intención.
Fomenta una buena actitud: Un buen estado emocional es imprescindible para que el aprendizaje se dé con más facilidad. Eres el principal responsable de relacionarte mejor con tus habilidades cerebrales y de creer en tu poder personal. Cambia tu programación mental y lo que te dices a ti mismo con respecto a lo que eres capaz.
Aprende a relajarte: Medita, practica mindfulness o date un paseo por un bosque o por la playa. El estrés es un enemigo del aprendizaje y de una buena memoria. A mayor bienestar mental, mayor neuroplasticidad y capacidad de aprendizaje.
Pero recuerda que existen dos tipos de estrés. El estrés “bueno” (el que te impulsa, te invita a la acción) puede ser un gran aliado. Un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona demostró que la liberación de adrenalina durante una actividad de estudio puede prolongar la duración de la memoria de reconocimiento visual, mejorando nuestra capacidad para recordar claramente la identidad y ubicación de objetos.
Consejos adicionales para mejorar la memoria
Si ya has comenzado a dar esos primeros pasos en el potente mundo de la memoria, es hora de afinar aún más tus habilidades. Aquí te traemos algunos consejos adicionales que harán que tu cerebro se sienta como si estuviera en una película de «Los Vengadores», listo para la acción.
Organiza tu vida diariamente
Si no tienes un plan, es como intentar armar un rompecabezas sin mirar la imagen de referencia. Así que, ¡saca esos lápices y prepara el terreno!
Usa agendas y listas de tareas: Tener una agenda es como llevar un mapa en una aventura de «Indiana Jones». Sin él, podrías acabar perdido en la selva de tareas pendientes. Anota lo que necesites hacer. No solo recuerda la compra del pan, también incluye esa reunión del viernes que te huele a «esto podría ser importante».
Prioriza tus actividades: Utilizar el método del triángulo de prioridades es similar a clasificar tus películas favoritas. Decide qué es urgente e importante y actúa en consecuencia. De esta manera, evitas el efecto de «reflejo de un gato en una ventana», donde intentas hacer demasiado y terminas sin hacer nada.
Gestiona el tiempo eficazmente: A veces, el tiempo es como un anfibio escurridizo de «Los Cazafantasmas»: nunca parece quedase quieto. Usa técnicas como la «Pomodoro», donde trabajas intensamente durante 25 minutos y luego descansas 5. Es un ciclo que te mantiene motivado y aleja el estrés, como un superhéroe que se adapta a cualquier situación.
Mantén tu mente activa
Tu cerebro no es solo un gran almacenamiento de datos. Es un artista que necesita un lienzo para expresarse. Aquí hay algunas formas de alimentarlo:
Socializa con otras personas: Salir con amigos o conocer nuevas personas es como jugar un videojuego cooperativo. Necesitas un equipo para disfrutar a fondo. Conversar e intercambiar ideas activa áreas de tu cerebro que ni sabías que tenías.
Viaja y explora nuevos lugares: Viajar es como abrir un libro de historia: cada destino tiene una historia que contar y tú eres el protagonista. No solo vas a conocer nuevas culturas, también tendrás muchas más cosas de las que hablar la próxima vez que te reúnas con tus amigos. Además, tu cerebro almacenará nuevas habilidades y desafíos.
Pasa de memoria de pez a memoria de elefante con Mindvalley
Fortalecer la memoria y agudizar tu mente es un viaje que vale la pena emprender. Ya sea organizando tu día, reduciendo el estrés o manteniendo tu mente activa, cada paso que des te llevará más cerca de convertirte en el superhéroe de tu propia historia.
Pero espera, ¡hay más! Si estás listo para llevar tus habilidades mentales a un nivel aún más alto, te invitamos a inscribirte en nuestra masterclass gratuita del programa Supercerebro de Jim Kwik.
Aprenderás técnicas avanzadas que transformarán la forma en que piensas y recuerdas. ¡No dejes pasar esta oportunidad de convertirte en la mejor versión de ti mismo!
Bienvenido.