Hace unas semanas, no pude dejar de escuchar la conversación que tenían en la mesa de al lado. Conversaban sobre cómo ser humilde y si implicaba dejarse humillar por otros. No llegué a intervenir en la discusión que tenían, pero muchos opinamos que la humildad, no supone necesariamente humillación.
Si bien, es común la tendencia a vincular estos dos términos en algunos contextos religiosos, la humildad es catalogada por la psicología positiva como una fortaleza de carácter que se desprende de la templanza.
En este artículo, conoceremos qué es ser humilde, cuál es el valor de la humildad y aprenderemos a verla como una cualidad positiva que no implica falta de autoestima, sino más bien, como un atributo espiritual.
El valor de la humildad
La Real Academia Española la define como “virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento”. Pero tiene además otras dos definiciones:
- Bajeza de nacimiento o de otra cualquier especie.
- Sumisión, rendimiento.
La humildad canalizada de manera positiva, es únicamente la que se refiere a la primera acepción.
Una cualidad moral que es contraria a la soberbia y que se relaciona con la modestia.
Los psicólogos positivos Martin Seligman y Christopher Peterson, la determinan como una de las 24 fortalezas de carácter, específicamente de la virtud de la Templanza.
La templanza se entiende como la sobriedad o moderación de pasiones, vicios, emociones o impulsos.
Por su parte, el psicólogo clínico June Price Tangney, quien ha realizado estudios y reflexiones en torno a la humildad, hace referencia a una definición de Emmons que vale la pena mencionar:
La humildad es tener una opinión exacta de uno mismo. Es la habilidad de guardar los propios talentos y logros en perspectiva, tener un sentido de autoaceptación, una comprensión de las propias imperfecciones, y ser libre de la arrogancia y la baja autoestima.
-June Price Tangney
Pero concretamente, ¿qué es ser humilde?, ¿cómo hacer para no canalizar de manera inadecuada esta cualidad?
Tangney describe la humildad desde el enfoque positivo de la virtud moral, con 6 características que nos aclaran qué es ser humilde:
- Conocimiento exacto de nuestras capacidades y logros, sin subestimarnos.
- Capacidad para reconocer nuestros propios errores, debilidades y limitaciones.
- Apertura a nuevas ideas, a informaciones contrarias a las que tenemos y disposición a dejarse aconsejar.
- Mantenimiento de nuestras capacidades y logros en perspectiva, con conciencia de que el éxito no solo depende de nosotros.
- Orientación al otro, a detectar y reconocer los talentos de quienes nos rodean.
- Apreciación del valor de todas las cosas, sin menospreciar ni juzgar nada ni a nadie.
Humildad espiritual
Cuando entendemos la verdadera esencia de la humildad, nos encontramos que se conecta con otras tantas cualidades que conducen al camino de la evolución espiritual. La humildad está presente en todos los ámbitos de la espiritualidad y es común a todas las corrientes religiosas.
Tu ser inferior te hace sentir que eres el centro del universo. Tu ser elevado te hace sentir como una pequeña célula en el cuerpo de la humanidad.
-Peace Pilgrim
Científicamente, se ha demostrado que suele relacionarse con tener menos ansiedad por la muerte y con la tolerancia religiosa.
También, las personas humildes demuestran niveles más altos de gratitud y perdón.
Además, las relaciones con el otro, con nosotros mismos y con el universo o lo superior, se basan en la autenticidad. Esta se concreta de tres maneras:
- Aceptación. La humildad supone ser realistas y reconocer que no somos perfectos, lo cual brinda una paz y una libertad interior única. El saber que nos podemos equivocar, nos conecta con el perdón y nos hace más receptivos a los consejos.
- Trascendencia. Es aceptar que soy una pequeña partícula dentro de algo superior, lo que supone trascender el ego. Nos permite reconocer que no soy el centro del universo y que no todo tiene que girar en torno a mí.
- Bien. La humildad se alegra por el bien ajeno y por la grandeza que le rodea. Entonces, te conecta con la bondad, la gratitud y la compasión, al tiempo que aleja de la envidia y el rencor.
¿Cómo ser humildes?
Ser humildes, requiere un conocimiento exhaustivo de nosotros mismos.
Es estar consciente de nuestras virtudes y de nuestras limitaciones para aprender de ellas. Esta es la garantía de que podemos alcanzar nuestro máximo potencial.
Quien cree que lo sabe todo o no necesita de nadie, se estanca, se resiente, se queda ensimismado en el egoísmo y la soberbia. La humildad brinda apertura y nos libera de prejuicios.
Esto facilita nuestra disposición a cambiar y evolucionar.
Además, nos permite reconocer y agradecer, pues le conferimos importancia y valor a lo que otros dan por sentado.
Aquí recopilamos 20 comportamientos que puedes adoptar para practicar la humildad:
- Pide disculpas cuando sea necesario
- Escucha al otro activamente
- Ten la disposición de cambiar de opinión o de ceder
- Agradece a la vida, a los otros y a ti mismo
- Comparte el crédito de tu trabajo con quienes colaboraron en lograrlo
- Aprende a ganar y no solo a perder
- Reconoce lo que aportan los demás
- Mantente abierto al aprendizaje
- Escucha los consejos de otros
- Vive tus éxitos sin soberbia
- No caigas en prejuicios
- Evita el egocentrismo, sé consciente del otro
- No tengas miedo de equivocarte
- Admite cuando no sepas algo
- No dependas de la atención, ni de la validación de otros
- Reconoce lo bueno que hay en ti
- Olvida la mentalidad de víctima o el sentimiento de injusticia
- Evita las comparaciones
- Pide ayuda cuando la necesites
- Recuerda que eres parte de algo superior y trascendente
Ahora que hemos abordado qué es la humildad, cómo ser humildes y su relación con la espiritualidad, ¿qué habrías opinado en la discusión de la mesa de al lado? ¿Habrías dado algún ejemplo de cómo vives la humildad a diario o tienes aún que aprender a practicarla?