¿Estás listo para escuchar una idea que cambiará tu vida?. ¡Pues allá vamos!, es más fácil dejar ir las creencias limitantes que aferrarte a ellas.
Eso no es lo que normalmente se nos enseña en desarrollo personal, pero en un segundo descubrirás lo fácil que es dejar ir esos pensamientos y liberarte de ellos.
Las creencias limitantes, son esas vocecillas en nuestro interior que nos dicen “no puedes”.
Cómo saber si tienes creencias limitantes
A lo largo de tu vida, te haces ciertas ideas del mundo, pero lo verdaderamente fascinante es el efecto a nivel físico que estas ideas pueden llegar a tener.
Cuanto más las refuerces, más profundo será el efecto que te producirán.
Si tiendes a encorvarte, miras al suelo al andar, cargas con sobrepeso o sientes constante malestar en alguna parte específica de tu cuerpo, tu cuerpo está manifestado los síntomas de las creencias limitantes que tienes acerca de ti mismo.
Otro síntoma de las creencias limitantes es experimentar agitación crónica, ansiedad, preocupación, depresión, indecisión, arranques de enojo, tristeza u otros. La manera en que hablas de ti mismo, del mundo, contigo mismo o con los demás, también son buenos indicios.
Así que presta atención a la forma en que te expresas.
¿Eres más propenso a ser negativo que positivo?
¿Tiendes a quejarte y buscar culpables?
Las personas que proyectan felicidad y confianza caminan derechas, miran a los ojos, gozan de buena salud y manifiestan emociones estables y equilibradas. Además, suelen hablar de manera más positiva y sonríen más que las personas que tienen creencias limitantes.
Las creencias limitantes, no sólo afectan tu cuerpo, sino tu vida en general.
¿Tienes problemas con otras personas?
¿Tienes problemas laborales o financieros?
Si tu respuesta es afirmativa, probablemente sufres de creencias limitantes en esas áreas. También puedes sentirte estancado, perdido, fastidiado o desanimado. No experimentarías estas emociones si tuvieras una buena autoestima y no cargaras sobre tus hombros creencias limitantes.
Cómo soltar las creencias limitantes
Ahora que conoces los síntomas (cualquier comportamiento negativo o problema de salud, de finanzas, de trabajo o con otras personas), puedes actuar para liberarte de los pensamientos que te están causando esos problemas.
Sin importar de qué se trate, evalúa la situación, tus emociones y/o el malestar que estés sintiendo y explora qué creencias pueden haber causado el problema.
Piensa en algún logro que hayas alcanzado y que te haga sentir feliz, y presta mucha atención a las emociones que experimentas y tu reacción física cuando recuerdas ese momento. Cuando tienes éxito en tus metas te sientes bien. “Sí puedo” se siente mucho mejor que “no puedo”.
Ahora piensa en alguna meta o aspiración que tengas en el presente.
¿Cómo te sientes al pensar en esa meta o aspiración?
Lo más probable, es que tu primera reacción (mental, física o emocional) sea positiva. ¡Por supuesto que te sientes bien!
¡Pensar en tus geniales metas, es increíble!
Sin embargo, cuanto peores sean tus creencias limitantes, peor te sentirás.
Quizá sientas náuseas. Tal vez sientas que oprimen tu cuerpo o te empiecen a sudar las palmas de las manos. Lo que sucede, es que tu subconsciente está tratando de convencerte de que tus sueños y aspiraciones son peligrosos y que no deberías intentar alcanzarlos; ¡son tus creencias limitantes evitando que avances!
¿Y cuál es la solución?
Cada vez que escuches esa ponzoñosa voz que dice “no puedes”, usa tu imaginación, visualiza la otra cara de esa moneda y di “¡sí puedo!”
Hazlo tan pronto llegue a ti un pensamiento negativo. Piensa en todo lo que puede salirte BIEN, piensa en todo lo que puedes LOGRAR, piensa en todo lo que QUIERES. ¡La decisión es tuya! No tienes por qué dejar que gane la negatividad.
Sé fuerte y piensa en positivo.
Cuando sientas malestar físico o una emoción desagradable, toma nota de lo que estás pensando en ese momento. Luego, con ayuda de tu imaginación, visualiza algo positivo y disfruta de la sensación que te produzca, tanto tiempo como te sea posible, porque visualizar cosas positivas evoca emociones POSITIVAS.
Repetir este proceso, también ayuda a fortalecer el bienestar que sientes, las conexiones neuronales se volverán más fuertes y tu cuerpo manifestará físicamente el bienestar que brinda el éxito.
La siguiente fase del proceso de liberación, llega después, cuando te tomas tiempo para meditar y reflexionar acerca de lo que pasó. Es entonces, que te preguntas qué te hace creer que no puedes.
¿Quién lo dijo?
¿Alguien te dijo que eras tonto cuando eras pequeño?
¿Solían burlarse de ti?
¿Te dijeron que no todos pueden dedicarse a (x)?
Inconscientemente, decides aceptar o negar lo que te dicen, dependiendo de quién lo dijo, tu estado de ánimo cuando te lo dijo y la manera en que interpretaste cómo te lo dijo. Así es como nacen las creencias limitantes y cómo se apoderan de uno.
Cuando crees en lo que lo demás dicen de ti, inconscientemente, comienzas a tomar decisiones que confirman esa afirmación. Así, lo que dicen de ti ¡se vuelve verdad!
Una vez hayas identificado las creencias limitantes que te hacen sentir malestar físico y explores tu pasado para descubrir de dónde provienen esos pensamientos, puedes dejarlos ir. No son parte de ti. En algún momento de tu vida, los recogiste y los adoptaste, pero con la misma facilidad con la que los aceptaste, puedes dejar que se vayan.
Libérate de esos pensamientos y creencias. Comprométete a reprogramar tu mente con una rutina intensa de un mes, fortaleciendo tu imaginación y diálogo interno. Eres libre y no estás limitado por los demás.
Aspira a SENTIRTE BIEN. Es completamente natural que te quieras sentir así, así que propóntelo. Cuando los sentimientos negativos comiencen a apoderarse de ti, visualiza siempre algo positivo y ¡deshazte de esas creencias limitantes!
¿Has logrado identificar algunas de las creencias limitantes que te impiden lograr tus metas? Cuéntanos en los comentarios.