Hay un aspecto de la vida con el que muchos luchan, y es cómo pensar a lo grande.
«Pensar a lo grande y vivir a lo grande tienen una conexión profunda con cómo usas tu mente«, explica Ajit Nawalkha, el cofundador de Mindvalley Coach. A menudo es la clave para superar desafíos.
Pero, ¿qué significa eso? ¿Y cómo puedes aplicarlo a tu trabajo de coaching para ayudar a tus clientes? Vamos a verlo.
¿Qué significa pensar a lo grande?
«Pensar a lo grande» es un cambio de mentalidad que alimenta resultados extraordinarios. Se trata de romper el techo de las limitaciones percibidas y abrazar posibilidades más allá de nuestros horizontes inmediatos.
Es «el poder de tu conciencia siendo expresada en el mundo«, según Ajit. Él explica que implica preguntar, «¿Qué es lo que quiero?» además de poder «cuestionar constantemente que permite que tu pensamiento se vuelva más amplio, permitiendo que tu vida se vuelva más grande«.
Míralo de esta manera: Imagina un coach de vida que, en lugar de ayudar a su cliente a lograr la siguiente promoción, enciende una pasión para construir una empresa que impacte a millones.
Ese es el poder de pensar a lo grande.
Estás ayudando a tus clientes a desafiar suposiciones, ver el panorama general y alimentar la motivación intrínseca. Y como resultado, adoptan una mentalidad de crecimiento, abrazan sueños audaces y redefinen su éxito.
Cómo ser un “Gran Pensador”
Observa a Ajit Nawalkha, cofundador de Mindvally Coach, mientras comparte cómo puedes ampliar tu marco mental para lograr cosas extraordinarias.
Cómo Pensar a lo Grande y Vivir a lo Grande | Ajit Nawalkha
Herramientas de Coaching para inspirar a otros a pensar a lo grande
Si te preguntas cómo inspirar a otros a pensar a lo grande, prueba estas tres herramientas de coaching con tus clientes. También son excelentes técnicas de auto-coaching.
1. Preguntas de amplitud
Como coaches, a menudo jugamos con dos tipos de preguntas:
- Preguntas de amplitud, y
- Preguntas de profundidad.
Las preguntas de amplitud amplían la variedad de opciones en un dominio particular. Ayuda a tu cliente a hacer nuevas conexiones entre temas aparentemente no relacionados.
Por ejemplo, si tu cliente comparte una historia de qué actividades disfruta especialmente, puedes inspirarlo a ir más allá preguntando, «¿Qué más?»
Aquí tienes un ejemplo:
- Cliente: Disfruto jugando al bádminton.
- Coach: ¿Qué más?
- Cliente: También disfruto jugando al fútbol.
- Coach: ¿Qué más haces, incluso si no lo disfrutas tanto?
- Cliente: Escribir.
- Coach: ¿Qué más disfrutas hacer después de escribir?
- Cliente: Cocinar, pero no se siente tan genial como me gustaría.
- Coach: ¿Qué más no se siente tan genial como te gustaría?
Es como si estuvieras en una habitación oscura con una linterna apuntando a todo uno por uno. Las preguntas de amplitud exploran todas las partes de un tema particular, dándote más con qué jugar.
2. Preguntas de profundidad
Las preguntas que profundizan no necesariamente ayudarían a pintar un panorama más amplio, a menos que la profundidad de la pregunta sea relatable para todos.
Aquí tienes un ejemplo:
- Cliente: Hoy no me siento muy bien.
- Coach: ¿Quién eres tú? ¿Quién no se siente muy bien?
Esta pregunta a menudo sorprende a los clientes porque no es autoexplicativa, ni es algo en lo que los clientes piensen regularmente.
Los clientes asumen primero que les estás preguntando sobre su personalidad o la forma en que se ven a sí mismos. Pero ese no es realmente el punto, por eso necesitas hacer esta pregunta varias veces.
El punto es ayudar a tu cliente a entender quiénes son más allá de sus pensamientos y sentimientos.
- Cliente: Siento que necesito el coraje para hacer algo, pero no puedo hacerlo.
- Coach: Entiendo que experimentas ciertos pensamientos que pueden hacerte creer que no tienes coraje. Pero eso aparte, ¿quién eres tú, y quién está pensando ese pensamiento?
- Cliente: No lo sé; viene automáticamente.
- Coach: De acuerdo. Pero ¿quién eres tú? ¿Quién está observando este pensamiento?
El cliente se detiene.
Hay algo peculiar en recordarle a nuestros clientes quiénes son, lo cual no es su cuerpo ni sus mentes. Les da un poder inmenso porque de repente, el pensamiento que tenían sobre sí mismos se identifica como nada más que eso: un pensamiento.
Esta pregunta de coaching profundiza en el problema que enfrenta tu cliente y les ayuda a ver el panorama más amplio. Suelen volver informando de nuevos eventos inesperados que se desarrollan en sus vidas y cosas que parecían estar estancadas volviendo a moverse.
3. El mapa mental
Toma un pizarra física o virtual y escribe las ideas de tu cliente mientras los guías a través de este proceso.
Comienza con el desafío principal que están enfrentando. Por ejemplo:
- Cliente: Mi negocio ya no está creciendo.
- Coach: Cuéntame qué valor está entregando actualmente tu negocio a sus clientes.
- Cliente: Es una agencia de publicidad.
- Coach: ¿Entonces les trae nuevos clientes que antes no podían alcanzar? Genial. ¿Qué más?
- Cliente: También les ayuda a explorar audiencias que podrían considerar como clientes potenciales.
- Coach: Fantástico. ¿Cuántos clientes estás sirviendo actualmente con esta propuesta de valor?
- Cliente: Cinco.
- Coach: Para hacer crecer tu negocio, ¿preferirías servir a más clientes o servir más a tus clientes actuales?
- Cliente: Servir a más clientes.
- Coach: Excelente. ¿Cuántos clientes más estás buscando?
- Cliente: Cinco.
- Coach: Cuéntame todas las estrategias de crecimiento que has probado hasta ahora.
El cliente se detiene.
Mientras dibujas los pensamientos de tu cliente en una pizarra, dos cosas suceden. Primero, dejan de dar vueltas en sus mentes sin llegar a una conclusión. Segundo, inevitablemente ven los espacios en blanco en la pizarra.
Estos espacios en blanco representan todas las nuevas oportunidades, estrategias y puntos de conexión. Una vez que has identificado estos caminos, puedes ayudarles a crear un plan para alcanzar su objetivo establecido.
Amplía tu marco mental
Estas poderosas herramientas de coaching pueden facilitar la percepción, revelar nuevas conexiones y oportunidades y fomentar una actitud positiva y renovada.
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